martes, 26 de junio de 2012

Créeme.

Créeme. Por muchas veces que te diga que pares de acariciarme por la espalda o por el cuello, realmente quiero que sigas haciéndolo. Porque tengo cosquillas, pero son agradables. Que aunque mis labios digan que no quiero más cosquillas, mi cuerpo siente que necesita más, que le hacen sentir bien.
Créeme. Por muchas veces que te diga que no me mires cuando te hablo, porque me da vergüenza y me incomoda, realmente quiero que lo hagas, porque me gusta sentir que me escuchas y me comprendes. Porque aunque mis labios digan que me da vergüenza mirarnos a los ojos, mi cuerpo necesita más miradas de las tuyas, que les hacen sentir bien.
Créeme. Que aunque te diga que estoy aburrida porque no hay nada que hacer ni en el PC ni en ningún sitio, realmente me lo estoy pasando bien. Sólo con saber que estás conmigo, abrazándome, acariciándome, hablándome.. ya sé que hay algo divertido por hacer. Bueno.. ¿divertido? Quizás divertido no sea la palabra, quizás sea 'agradable'. Porque me siento bien cuando nos ''aburrimos'' y nos tiramos a la cama a hacer mimoserías ñoñas. Porque aunque mis labios digan que no se me ocurre nada que hacer, realmente mi cuerpo quiere que nos abracemos más, que sonriamos más, que sintamos más.
Créeme. Porque todo esto es así.

1 comentario:

  1. "Créeme. Por muchas veces que te diga que pares de acariciarme por la espalda o por el cuello, realmente quiero que sigas haciéndolo. Porque tengo cosquillas, pero son agradables. Que aunque mis labios digan que no quiero más cosquillas, mi cuerpo siente que necesita más, que le hacen sentir bien."
    Es tan...verdad.

    ResponderEliminar